domingo, 11 de diciembre de 2016

Morriña



Recuerda que tiene un paraguas de su padre y lo busca en el armario antiguo; allí está, con su mango de hueso y las varillas algo oxidadas. 
Al intentar abrirlo, le caen unas gotas de lluvia, llevan allí como cincuenta años y no han perdido el aroma al invierno de su infancia.



Texto y foto, Virgi